Cómo cocinar la pasta perfecta

El origen de la pasta es incierto. ¿China? ¿Italia? ¡Sea de donde sea a casi todo el mundo le encanta!

Se dice que hay pocas cosas más ricas y fáciles de cocinar que un plato de pasta. Hasta el más torpe se atreve a meterse en la cocina y preparar una pasta: está buena, hay infinidad de tipos y además es barata.

Pero como suele ocurrir, no es verdad todo lo que se dice, ni es tan fácil cocinar realmente un BUEN plato de pasta… ¿Quieres algunos consejos para cocinar un plato que impresionaría a la mismísima Raffaella Carrà?

A continuación te damos algunos pequeños trucos para cocinar pasta que seguro que te serán muy útiles:

1. Cuida la proporción de agua y pasta.Es importante usar una olla grande y que la cantidad de agua con la que vayas a cocinar la pasta sea abundante si quieres que se hidrate bien y no se pegue. Para calcular la cantidad de agua necesaria, puedes pesar la pasta y multiplicar su peso por 10. Es decir, para cocer 100 gramos de pasta, al menos necesitarás un litro de agua.

 

1. La importancia de la sal.Aunque pueda parecerte un montón, deberías echar una cucharadita de sal por cada litro de agua. No te asustes, la mayoría de la sal se quedará en el agua cuando escurras la pasta pero en cambio no te quedará sosa. También es importante echar la sal cuando el agua ya esté hirviendo, así no retrasarás su punto de ebullición.

 

1. Ahora la pasta.Añade la pasta después de la sal y mantén el fuego suficientemente alto para asegurarte de que el agua no deja de hervir en ningún momento. No tapes la olla y remueve la pasta una vez. Si has seguido el primer consejo, no será necesario que remuevas la pasta continuamente, el agua abundante y el movimiento de las burbujas la mantendrán en movimiento y no se pegará.
   

 

1. ¿Y el aceite?¡Nooo! Nunca se debe agregar aceite al agua para cocinar la pasta. Si lo haces, el aceite la cubrirá y evitará que luego la salsa se adhiera a ella. Recuerda que si la cueces con suficiente agua, no se pegará.

 

1. El tiempo.Dependiendo del tipo de pasta y, sobre todo, de si se trata de pasta fresca o seca, rellena o no, el tiempo de cocción variará notablemente. Para que te quede al dente, controla el tiempo indicado en el envase, pero pruébala uno o dos minutos antes para asegurarte de cómo va. 60 segundos de más pueden arruinar el resultado.
   

 

1. ¡Ahora la salsa!Un par de minutos antes de que finalice la cocción, calienta la salsa en una sartén lo bastante grande como para que te quepa toda la pasta y reserva un poco del agua de cocción (solo por si acaso). Cuando la pasta esté lista, escúrrela y saltéala en la sartén unos 30 segundos, removiendo constantemente para repartir bien la salsa. Si ves que durante este proceso, la mezcla se ha quedado un poco seca, añade unas cucharadas del agua de cocción y sigue removiendo.¡Importante! Cuando escurras la pasta no la enjuagues con agua fría, ya que con eso estaría perdiendo casi todo su almidón y no se impregnaría tan bien con la salsa.

 

1. Emplatamos.Ya para nota, calienta los platos o la fuente donde vayas a servir la pasta. Es un alimento que se enfría muy rápido, por lo que una forma de luchar contra esto es colar la pasta encima de los platos, de forma que el agua hirviendo caiga sobre ellos. Luego se tienen que coger con cuidado porque estarán muy calientes, secarlos con un poco de papel de cocina, ¡y listo!

 

 

Si sigues estas sencillas pautas, estarás mucho más cerca de cocinar la pasta perfecta. Ahora solo tienes que elegir tu receta favorita de salsa y mmm… ¡a comer!