Sin duda, el snowboard es uno de los deportes que está adquiriendo cada vez más seguidores y aficionados en todo el mundo, llegando casi a tener el mismo número de practicantes que el esquí, el deporte rey en las montañas nevadas.
Quizás el secreto de su éxito radica en que es un deporte muy divertido, fácil de aprender y en el que puedes progresar muy rápido. En general son suficientes unas pocas horas para descender por pendientes no demasiado pronunciadas con bastante dignidad. Eso sí, tienes que hacerte a la idea de que te vas a caer muchas veces… ¡Pero no te preocupes, la nieve amortigua las caídas y es fácil volver a levantarse!
Si te estás iniciando en este mundillo, lo primero que tienes que tener claro es si eres goofy o regular, ya que será la primera pregunta que te harán en la tienda de alquiler de material. ¿Qué significa eso? La gente goofy desciende con la pierna derecha delante, mientras que quien es regular lo hace con la izquierda. La pierna trasera es el timón de la tabla, y suele ser la pierna más fuerte.
Hay varias formas de determinar si somos regular o goofy. La primera, que estando en una posición parada con los pies alineados con las rodillas, alguien te empuje por la espalda (sin previo aviso), y la pierna que apoyes será la que lleves atrás. Otra forma consiste en fijarse con qué pie empiezas a subir una escalera, o bien, dejarte deslizar por un suelo resbaladizo y ver qué pierna pones antes delante. Esa sería la que pondrías también delante en una tabla de snow. Si eres aficionado al skate lo tendrás más fácil para saber qué pie debes poner atrás, ya que será el mismo con el que te das impulso en el monopatín.
Pero, ¿y esos nombres? ¿De dónde sale el término goofy? ¿Tiene algo que ver con el entrañable personaje de Disney? Pues sí, viene directamente de él. Se ve que en un corto de 1937, este simpático dibujo animado salía surfeando con el pie derecho delante, en vez de con la postura más habitual y mayoritaria, que es con el pie izquierdo adelantado. A partir de los años 50, se empezó a llamar así a los surferos que adoptaban esa posición y luego se aplicó a los demás deportes con tabla, como el skate o el snow.
Y ya que nos remontamos en la historia, ¿qué tal si hablamos un poco sobre los inicios del snowboard? Se dice que el snowboard moderno empezó en 1965 cuando Sherman Poppen, un ingeniero norteamericano, inventó un juguete para sus hijas al verlas jugar en la nieve con un esquí. Se trataba de una tabla de madera contrachapada, sin plataformas para los pies y con una cuerda atada en la punta para que quien la montara pudiera mantener el equilibrio. La llamó «snurfer» (una combinación de snow y surf) y fue tan popular que Sherman Poppen vendió la licencia a una empresa, Brunswick Corporation, que consiguió vender cerca de un millón de «snurfers» durante la siguiente década.
La primera competición de snurfer se celebró en 1968 en Michigan y consistió en un descenso en línea recta. En 1977, Jake Burton Carpenter, un joven de Vermont que llevaba desde los 14 años practicando el snurfing, impresionó a todos los asistentes de una competición de snurfer con una tabla que contaba por primera vez con fijaciones para los pies. El mismo año, Jake Burton fundó Burton Snowboards. Sus tablas estaban hechas de tablones de madera flexibles y con fijaciones de esquí acuático. Al principio, muy pocas personas las compraron, sin embargo, con el tiempo Burton se convirtió en la mayor empresa de snowboard del mundo.
En 1987 se celebró el primer campeonato oficial del mundo de snowboard en Brechenridge (EEUU) y en Saint-Moritz (Suiza). Y, finalmente, en los Juegos Olímpicos celebrados en 1998 en Nagano (Japón), el snowboard adquirió la categoría de deporte olímpico.
Al principio muchas estaciones de esquí denegaban el acceso a los snowboarders y luego se les pedía un nivel mínimo antes de subir al telesilla, ya que existía la idea de que los usuarios más novatos dejaban las pistas «limpias» de nieve, dejándolas en mal estado. En 1985 solo el 7% de las estaciones de esquí de los Estados Unidos permitía el acceso a los practicantes de snowboard. Sin embargo, con el progreso tanto en la técnica como en el equipamiento, poco a poco el snowboard fue más aceptado. En 1990, la gran mayoría de estaciones de esquí tenía pistas separadas para el snowboarding y actualmente, un 97% de todas las estaciones de esquí en EEUU y Europa permite el snowboarding en las mismas pistas que el esquí y tienen además zonas específicas para el freestyle.
Si quieres alucinar con lo que son capaces de hacer algunos de los mejores riders del snow, no te pierdas los vídeos que encontrarás aquí.