EL ÁRBOL DE LA VIDA

Supongamos que estás en el siglo XIX. En Austria, paseando por Viena. Supongamos que vas camino a un café y te cruzas con un tipo con pintas un tanto hippies un siglo y medio antes de que existieran los hippies. Es alguien vestido con caftanes, sandalias y que no gusta de llevar ropa interior, aunque esto último, obviamente, no lo sabes al cruzártelo. Bien. Imaginando que este supuesto hubiera sucedido, tú te habrías encontrado con el genial pintor simbolista Gustav Klimt. Un artista que evitaba los cafés y a los demás creadores, un hombre que profesaba su amor por la mujeres a través del erotismo sensual de sus obras y coleccionando amantes con quienes mantenía discretos affaires. Un hombre al que se le atribuyen 14 hijos.

Pero su estilo atrevido y original no solo se reflejaba en su atuendo, su talante provocador también traspasaba a su arte y su visión al óleo de El árbol de la vida convierte este mural en una obra memorable y mágica.

Como muy pocos la han visto en persona, muchos creen que esta pintura es un cuadro al uso, colgado en algún museo o en la pared de un coleccionista. Y sí, está en la pared de un coleccionista, pero no cuelga de ella. El árbol de la vida es un friso de 1909 comisionado por Adolphe Stoclet, un coleccionista de arte y rico hombre de negocios, para su palacio privado de Bruselas, el Palais Stoclet, a su vez un magnífico ejemplo de Art Nouveau. Este palacio, también conocido como “La Casa Encantada” (La Maison Enchantée) por las maravillosas obras de arte que se encuentran en su interior, a pesar de estar en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO no puede visitarse a causa de las disputas legales en las que están enredadas las tres herederas.

El espectacular friso se encuentra en el comedor y en él aparecen El árbol de la vida, una bailarina exótica y un par de amantes enredados entre sí. Por la noche, la obra cobra vida gracias a la luz de las lámparas o las velas que se refleja en el pan de oro del mural. Para este friso, Klimt realizó 15 dibujos a escala real que después llevó a las placas blancas de mármol. A continuación, artesanos vieneses incrustaron el mármol con los mosaicos tal y como indicaba el diseño de Klimt y acto seguido los enviaron al Palais Stoclet donde el pintor supervisó la colocación de la obra mientras residía con la familia.

El árbol de la vida es el único paisaje creado por el artista durante su Periodo dorado, llamado así por la mezcla de pan de oro con pinturas al óleo. En la obra, las ramas se alargan, sugiriendo la perpetuidad de la vida y se retuercen, enredan, giran y ondulan simbolizando la complejidad de la misma.

Hay quienes interpretan esta creación como una expresión de lo femenino y lo masculino. La parte femenina del cuadro simbolizaría el sustento, el cariño y el crecimiento, mientras que la masculina estaría expresada por las representaciones fálicas. De esta unión, nacería la vida.

Para otros, el mural representa la unión entre las grandes virtudes del hombre (fuerza, sabiduría y belleza) y el deseo perpetuo del mismo por superarse expresado por las ramas que intentan alcanzar el cielo a pesar de que las raíces lo mantienen atado a la tierra.

Pero entre tanta rama y pan de oro, nos encontramos a un personaje curioso: un pájaro negro. Este pájaro fuerza nuestra mirada hacia el centro de la obra y sirve a su vez de recordatorio de que todo lo que empieza tiene un final. Recordemos que en muchas culturas, un pájaro negro es símbolo de muerte.

Aunque, como ya hemos dicho, es difícil admirarlo en su ubicación original, sí es posible ver algunos de los esbozos de esta obra de arte en el museo de Artes Aplicadas de Viena.

Si quieres saber más sobre la simbología de El árbol de la vida, no te pierdas este interesante tour interactivo. Y si buscas un proyecto interesante para hacer con tus hijos, no te pierdas esta propuesta con la que sacar el Klimt que llevamos dentro.

3 comentarios en «EL ÁRBOL DE LA VIDA»

  1. Hola desde la isla de El Hierro:
    Disfrute tanto haciendo este puzzle en familia en el verano de 2.012 que cuando lo contemplo enmarcado en mi oficina me trae muy gratos recuerdos: largas tardes de verano en familia buscando fichas de colores tan exoticos y diseños tan extravagantes que todo valia. Me encanta la pintura de Klimt y el verano pasado consegui otro puzzle del mismo autor que termine anoche, en este caso se trata de La Virgen, ha sido tambien apasionante aunque con algunos incidentes, una rafaga de viento se llevo el trabajo de varios dias y me temo que tambien 2 piezas que he solicitado. En cualquier caso mi puzzle es digno de elogio y muy bonito. No lo he visto en el catalogo, intentare pasar por la misma tienda a ver si pillo otro de la coleccion de art.
    Son verdaderas obras de arte que tienen un trocito mio.

    Saludos y a seguir juntando fichas.

  2. Hola,estoy buscando este puzzle desde hace un año y no hay forma de dar con él. Me han dicho que lo han descatalogado, ¿sabéis si hay alguna forma de encontrarlo?

    Muchas gracias.

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