10 razones por las que Paris es la ciudad del amor

Todos hemos oído eso de que París es la ciudad del amor, pero ¿es realmente el lugar más romántico del mundo? Vamos a analizarlo.

Además de París, hay otras ciudades que se disputan la primera posición en el podio del romanticismo. La que sin duda le pisa los talones a París con más fuerza es Venecia. Sus canales y, sobre todo, sus paseos en góndola son los emplazamientos perfectos para que las parejas puedan dedicarse unos buenos arrumacos. Otra ciudad italiana, Roma, compite por este ansiado título, hay quienes defienden que Roma es quien debe ostentar la denominación de ciudad del amor, puesto que ya su propio nombre lo indica: Roma leído al revés es Amor. Otros defienden que Agra, la ciudad del Taj Mahal, este edificio considerado una de las 7 maravillas del mundo, es el amor hecho monumento, y es que fue construido por un príncipe como homenaje a su amada esposa fallecida. Sin duda una historia llena de pasión y magnetismo.

A pesar de que, tal y como vemos, París tiene competencia en esto del romanticismo, lo cierto es que todo el mundo la considera la capital del amor por excelencia. Veamos cuáles son los 10 motivos principales que han llevado a la capital francesa a hacerse con este ansiado privilegio.

 

1. El río Sena – Además de ser una ciudad preciosa, llena de monumentos arquitectónicos de gran valor artístico, cultural e histórico, de sus impresionantes avenidas y rincones con encanto, la villa francesa tiene un río amplio y navegable que le confiere un aire encantador al entorno. Si vas a París en pareja, sin duda es muy recomendable hacer un crucero por el Sena por la noche, coincidiendo con el momento en el que iluminan la Torre Eiffel y todas las luces de la ciudad se encienden transformándola en un lugar mágico. Hay un montón de empresas de cruceros turísticos que podrás contratar, en algunos de ellos podrás cenar o tomar una copa de champán francés mientras disfrutas del paisaje y le dedicas palabras bonitas a tu amado o amada.
   

 

2. La Torre Eiffel – Aparentemente una enorme torre de hierro no tiene nada de romántico, sin embargo, no hay foto más típica para cualquier turista que la de un beso frente a la torre. Además, sin duda, la forma en la que ha sido iluminada es todo un acierto y visitar sus alrededores por la noche se convierte en uno de los paseos más bonitos de la ciudad. Podrás verla por dentro y subir hasta lo más alto (prepara un buen calzado y asegúrate de estar en forma). Y si tu bolsillo te lo permite, también podrás comer en su restaurante mientras gozas de las vistas panorámicas de la ciudad (otro de los atractivos de la famosa torre).
   

 

3. El templo del amor – Sí, sí, París tiene un templo dedicado al amor. Se llama Temple Romantique y se sitúa en Île de Reuilly, una pequeña isla que hay en el parque Bois de Vincennes. Tal y como contábamos en este artículo del blog, alguien lo describió como “un lugar para susurrarse palabras de amor al oído, en medio de un pequeño lago, mientras escuchas a los patos y a los pájaros”. Sin duda se trata de una estampa muy especial.

 

4. ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? – París ha sido siempre una ciudad muy adelantada a su tiempo, que ha proclamado la libertad de amar. Buena muestra de ello son los burdeles y cabarets que proliferaron en la ciudad a finales del siglo XIX y que aún pueden visitarse, como el famosísimo Moulin Rouge.
   

 

5. El barrio de Montmartre – Es una de las zonas más auténticas y con más encanto de la ciudad. Merece la pena perderse en sus calles y dejarse impregnar por el ambiente bohemio, reflejo de la huella de los artistas que habitaron y habitan en ellas. Además aquí se sitúa el muro de “los te quiero”, una pared en la que los enamorados pueden dedicarse un te quiero en cualquier idioma.
   

 

6. Las calles y rincones de París – Con cafés, boulangeries y creperies con ese refinado gusto parisino. Descansar de nuestro recorrido por la ciudad para reponer fuerzas tomando un café con un crepe de chocolate en alguno de los cafés con terraza de la ciudad, es una actividad obligatoria. El chocolate y el amor combinan a las mil maravillas 🙂
   

 

 

7. La catedral de Notre Dame – Cuando uno va caminando y comienza a vislumbrar las torres de la catedral, siente una gran ilusión. Visitarla tanto por fuera como por dentro es dejarse asombrar por la majestuosidad de una de las catedrales góticas más antiguas del mundo y sin duda la más importante. Además a todos nos viene a la mente esa historia del jorobado tan especial.
   

 

8. Los puentes de París – Cuenta la leyenda que si alguien que realmente te ama te da un beso en el Pont Neuf, volverás a visitar la ciudad. Otro puente, el Pont des Arts, está plagado de candados que las parejas ponen como símbolo de su amor eterno.
   

 

9. Otros motivos artísticos del cine, la música y la fotografía – Todos nos enamoramos un poco más de París gracias a la película Amèlie. Hablar del romance es hablar de Édith Piaf, que con su voz desgarrada cantaba al amor como nadie. Algunos de los besos más apasionados de la historia se han dado, o se encuentran, en París. Tal es el caso del beso que el fotógrafo francés Robert Doisneau consiguió capturar frente al ayuntamiento de París y que se ha convertido en una instantánea mítica. Y es que el amor en blanco y negro parece, si cabe, más auténtico, ¿no creéis?
   

 

10. El idioma – Puede parecer un tópico, pero la sonoridad de la lengua francesa es ciertamente hipnótica. Hasta decir te quiero en francés tiene más fuerza: “Je t’aime”.