El puzzle con mayor número de piezas del mundo se llama Vida Salvaje y tras sus 33.600 piezas se esconde el ilustrador Adrian Chesterman, un artista inglés afincado en Málaga, con el que hemos tenido la suerte de hablar y que nos ha explicado algunas de las curiosidades de este apasionante mural y de cómo afrontó el reto de crear la ilustración de este puzzle de récord.
¿Cómo te sentiste cuando te propusieron ilustrar el puzzle con el mayor número de piezas del mundo?
Súper emocionado, es un desafío increíble, porque he hecho muchos puzzles a nivel mundial. Tengo un agente en Londres que hace muchos proyectos con Educa y ellos pensaron en mí, creyeron que sería el adecuado para desarrollar este trabajo. Cuando mi agente me lo comunicó y me explicó el proyecto me dijo que la ilustración tendría que ser sobre animales. Me emocioné mucho, porque los animales me encantan, están muy cerca de mi corazón. He hecho muchos trabajos sobre junglas y me apasiona el tema.
¿Y por qué animales?
Fue idea de Educa, querían un paisaje enorme sobre la selva. Es siempre un tema que funciona muy bien, eso y los dinosaurios, que les gusta mucho a los chavales. Pero a mí me encanta pintar animales salvajes porque me resultan tan bellos y nobles que me inspiran.
¿Tuviste algún límite o condición a la hora de realizar la ilustración?
A mí me gustó la idea de que fuesen animales, pero no me dieron un diseño o algo en lo que basarme, simplemente me comunicaron la temática y lo creé todo desde cero. De hecho, en principio, iba a ser un mural más cerrado, pero pensé que era mejor hacerlo más abierto, ampliar la perspectiva incluyendo un horizonte y montañas. Si fuese solo jungla y animales en un mural de más 5 por 1,50 metros hubiera sido demasiado complejo y todo hubiera quedado demasiado junto. Si tenemos una vista de la montaña, le da aire a la perspectiva y es como un paraíso en la distancia. Y por eso decidí incluir también cascadas, lagos…
¿Hay algún secreto incluido en el dibujo?
(risas) ¡Es una pregunta muy interesante! He creado unos bichitos pequeños. Imagínate que la vida dentro del puzzle es tan grande, que mi ordenador no fue capaz de crearlo solo de una pieza; el proyecto está hecho en Photoshop y tiene nada menos que 400 capas. Entonces tuve que dividirlo en 5 partes, trabajar cada una individualmente y al final las puse todas juntas. El dibujo es tan grande y con tantos detalles, que si te fijas muy muy bien, muy pequeñito, en las plantas de abajo, hay unos bichos muy divertidos. Eso sí, hay que fijarse bien y saber buscarlos en las 33.600 piezas (risas). Pero esto es un secreto, no digas nada (bromea)…
¿Cómo definirías tu estilo, cuál es tu técnica?
Trabajo con Photoshop, suelo pintar sobre fotos escaneadas. Es un estilo mío, muy personal, porque soy un ilustrador “de la vieja escuela”. En mis inicios pintaba al óleo en lienzo y también con aerógrafo, por ello no solo trabajo con Photoshop, sino que soy capaz de pintar también, así que mi estilo es un poco más artístico, diría yo. Técnicamente, utilizo la base de la fotografía, pero todo está pintado encima. Por eso tiene ese resultado fotorrealista. Es un poco difícil de explicar, pero creo que es personal y artístico: uno lo nuevo del Photoshop con la forma clásica de pintura.
¿Cuánto tiempo tardaste en pintarlo?
Es el proyecto más grande que he hecho en mi vida. Pero a la vez era necesario hacerlo rápido, ya que Educa quería presentarlo en la feria del Juguete de Núremberg y me dieron de límite 6 semanas, así que fue un trabajo muy intenso, casi día y noche. Supuso mucho esfuerzo, pero era una oportunidad única y quería hacerlo lo mejor posible. Mi nombre iba a entrar en el Libro Guinness de los récords, así que era una gran responsabilidad para mí.
¿Por qué y a quién recomendarías hacer este puzle?
En realidad no sé quién puede comprar un puzzle así, tan enorme (risas). La caja contiene 10 bolsas con más de 3.000 piezas cada una. Así que cada persona puede hacer cada parte por separado y unirlas posteriormente. Pero si te atreves a hacerlo todo de una vez, lo primero que necesitas es una mesa inmensa (risas). Quizá poca gente disponga de una mesa así. Bueno, a lo mejor podríamos recomendárselo a la Reina, que seguramente tiene una gran mesa de banquetes (risas). Se me ocurre que, a lo mejor, los colegios o institutos pueden adquirirlo y hacer un gran proyecto entre todos los alumnos juntos, como un reto entre clases, en las que cada una monta una de las partes, para luego unirlas en un gran mural para decorar su centro de estudios.
¿Has hecho muchas ilustraciones para puzles?
Lo interesante es que ahora estoy trabajando solo en puzzles, básicamente. Anteriormente trabajaba mucho haciendo portadas para videojuegos, pero parece que, de un tiempo a esta parte, los puzzles de toda la vida (no los de ordenador o videoconsola) están haciéndose más populares que nunca. La gente tiene ganas de volver a hacer cosas más manuales, porque son más sociales, más interactivas, ya que se pueden hacer con familia o los amigos. El mundo del puzzle está viviendo una buena época actualmente. Trabajo con las compañías más importantes del mundo y todas coinciden en que cada vez son más populares. En esta época de tablets y de diferentes gadgets digitales, los puzzles de cartón están más fuertes que nunca.
¿Eres puzzlero?
Sí, con mi hijo hacía puzzles. Ahora ya es mayor, está en la universidad y tiene poco tiempo, pero de pequeño sí. Una vez hicimos uno de 1.500 piezas y ya tardamos bastante, así que imagina uno de 33.600 piezas, te dura 30 años (risas). Tengo otra hija de 5 años, y con ella también haré puzzles pronto.
¿Qué te han dicho la familia y los amigos, alguno se atreverá a montar el puzzle con más piezas del mundo?
Curiosamente tengo una amiga en Barcelona que quiere comprar el puzzle porque está jubilada y tiene una casa enorme con paredes muy grandes, así que ha decidido hacerlo para decorar una de las paredes. Así que también hay gente normal que se atreve (risas).
Donde ñuedo conseguir el puzzle
Hola, Jaime, ¿desde qué país nos escribes?